jueves, 10 de julio de 2008

InglesAgil Looks at Juan Carlos Delgado









Andres Gaitan says: "1. Cuando aprendio a leer, lo hizo con una pagina de un libro que habia encontrado botado en la calle. Desde entonces la guarda como un testimonio de su grandeza. Sin embargo, cada vez que se empecina en que le crean que el si sabe leer, saca esta hoja, y nadie nunca sabra, si la recita de memoria o si laa lee de verdad.

Hoy despues de mucho tiempo, decidio leerlo o recitarlo para si mismo:

El calor me hizo despertar al filo de de media noche. Y el sudor. El cuerpo de aquella mujer hecho de tierra, envuelto en costras d e tierra, se desbarataba como si estuviera derritiéndose en un charco de lodo. Yo me sentía nadar entre el sudor que chorreaba de ella y me faltó el aire que se necesitaba para respirar. Entonces me levanté, La mujer dormía, de su boca borbotaba un ruido de burbujas muy parecido al del estertor. Salí a la calle para buscar el aire; pero el calor que me perseguía no se despegaba de mí.

No eran momentos fáciles los que se vivían. Decían que iban a cerrar los botaderos de basura y su trabajo como zorrero terminaba. Fue cuando entendió que esa frase significaba mucho más que un recuerdo... Esa frase era el fósil de su propia memoria.

2. ¿ Cómo diablos iba a saber Pedro Páramo que su historia sería reflejada en miles de vidrios, de cerámicas antiguas, de puertas, de objetos encontrados, de memorias que dejaron huellas en las calles y de desechos que una vez se creyeron ventanas al cielo y hoy son objetos estéticos resignificados por el poder del calor y del humo que un día lo mato? El fue quien nos enseñó que del calor venimos y ese mismo calor es el que nos consumirá hasta la muerte. Extraña paradoja, aunque sutilmente manejada en las piezas de JUAN CARLOS DELGADO.

3. En esta muestra hay caminos que se pierden en el infinito, hay accidentes, y hay ventanas selladas en jarrones de cerámica, con sus imágenes vitrificadas. También hay espejos derretidos que se pierden así mismos en reflejos anacrónicos que se debaten entre una figurita nacida de sueños remotos y el espectador que la envuelve por el ombligo, que distorsiona la curvatura de los espejos. Se encontrarán puertas que se sumergen en la identidad de quien las enfrenta, pero con cierta nostalgia emanada por el calor que las derritió y las hizo forma. Y veremos óvalos que cargan en su enunciado de vida una mística que raya con un más allá desconocido. Son óvalos encasillados en luz o disueltos en un verde aséptico que lo deja al borde de un límite insospechado. En todo ello, encontramos un singular patrón de conducta: El límite ha sido trabajado desde distintos ángulos, y ante todo, aquel fino manto que se divisa entre la vida y la muerte está atravesado por recuerdos fosilizados a fuego lento: El del zorrero que cargaba en su memoria actos heróicos que le enseñaron a vivir la vida de Pedro Páramo y el objeto que cargaba mientras Delgado veía el inicio de esta muestra llena de referentes neoclásicos y de recordaciones renacentistas que, por supuesto también ha cocinado a fuego lento, durante años".

This is on the back burner.


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